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DEPENDENCIA EMOCIONAL

Cuando no somos capaces de ser felices con nosotros mismos y sentimos que la soledad nos embarga, buscamos rápidamente a alguien con quien ...

martes, 12 de noviembre de 2013

Tipo de Lideres


    El Lider


    El líder es aquella persona que es capaz de influir en los demás. Es la referencia dentro de un grupo Es la persona que lleva “la voz cantante” dentro del grupo; su opinión es la más valorada. Muchas son las cualidades que definen al líder. El líder debe poseer todas estas cualidades básicas, lógicamente unas más que otras, pero todas ellas deben estar presentes. La ausencia de alguna de ellas dificultaría ejercer un auténtico liderazgo.

    Cualidades básicas.

    Visionario: el líder se caracteriza por su visión a largo plazo, por adelantarse a los acontecimientos, por anticipar los problemas y detectar oportunidades mucho antes que los demás. El líder no se contenta con lo que hay, es una persona inconformista, creativa, que le gusta ir por delante. 
    Persona de acción: el líder no sólo fija unos objetivos exigentes sino que lucha fuertemente por alcanzarlos, sin rendirse, con enorme persistencia, lo que en última instancia constituye la clave de su éxito. El líder no se contenta con soñar, el líder quiere resultados. 
    Brillante: el líder sobresale sobre el resto del equipo, bien por su inteligencia, bien por su espíritu combativo, bien por la claridad de sus planteamientos, etc., o probablemente por una combinación de todo lo anterior.
    Coraje: el líder no se amilana ante las dificultades; las metas que propone son difíciles (aunque no imposibles), hay que salvar muchos obstáculos, hay que convencer a mucha gente, pero el líder no se desalienta, está tan convencido de la importancia de las mismas que luchará por ellas, superando aquellos obstáculos que vayan surgiendo. El líder defiende con determinación sus convicciones. 
    Contagia entusiasmo: el líder consigue entusiasmar a su equipo; ellos perciben que las metas que persigue el líder son positivas tanto para la empresa como para los empleados. El futuro que ofrece el líder es tan sugerente que merece la pena luchar por ello. Esta es una de las características fundamentales del líder, el saber contagiar su entusiasmo, el conseguir que el equipo le siga, que comparta sus objetivos.
    Gran comunicador: otra cualidad que caracteriza al líder son sus dotes de buen comunicador, habilidad que le va a permitir “vender” su visión, dar a conocer sus planes de manera sugerente. 
    Convincente: el líder es persuasivo; sabe presentar sus argumentos de forma que consigue ganar el apoyo de la organización. 
    Gran negociador: el líder es muy hábil negociando. La lucha por sus objetivos le exige negociar continuamente, tanto dentro de la empresa, como con clientes, proveedores, entidades financieras, accionistas, etc. 
    El líder demuestra una especial habilidad para ir avanzando en el largo camino hacia sus objetivos. 
    Capacidad de mando: el líder debe basar su liderazgo en el arte de la convicción, pero también tiene que ser capaz de utilizar su autoridad cuando sea necesario. 
    El líder es una persona compresiva, pero no una persona blanda (los subordinados le perderían el respeto). 
    El líder no puede abusar del “ordeno y mando” ya que resulta imposible motivar a un equipo a base de autoritarismo, pero debe ser capaz de aplicar su autoridad  en aquellas ocasiones que lo requieran. 

    Exigente: con sus empleados, pero también, y muy especialmente, consigo mismo. La lucha por unas metas difíciles requiere un nivel de excelencia en el trabajo que tan sólo se consigue con un alto nivel de exigencia. Si el líder fuera exigente con sus empleados pero no consigo mismo no sería un líder, sería un déspota que pondría a toda la organización en su contra. 
    Carismático: si además, es una persona carismática, nos encontraríamos ante un líder completo. El carisma es una habilidad natural para seducir y atraer a las personas, es auténtico magnetismo personal. El carisma permite ganarse al equipo, que se siente atraído por su líder. No obstante, hay que señalar que es perfectamente posible un líder sin carisma. Para una empresa es preferible tener un líder sin carisma con un alto sentido de la honestidad, que un líder carismático que utilice la organización en su propio beneficio. 
    Honestidad: unos elevados valores éticos son fundamentales para que el liderazgo se mantenga en el tiempo y no se trate de un simple espejismo. El equipo tiene que tener confianza plena en su líder, tiene que estar absolutamente convencido que el líder va a actuar honestamente y no le va a dejar en la estacada. Si los subordinados detectan que el líder no juega limpio y que tan sólo le preocupan sus propios intereses, perderán su confianza en él, proceso que una vez iniciado es muy difícil de parar. 
    Cumplidor: el líder tiene que ser una persona de palabra: lo que promete lo cumple. Es la única forma de que el equipo tenga una confianza ciega en él. 

    Coherente: el líder tiene que vivir aquello que predica. Si exige dedicación, él tiene que ser el primero; si habla de austeridad, él tiene que dar ejemplo; si demanda lealtad, él por delante. 
    El líder predica principalmente con el ejemplo, no puede exigir algo a sus subordinados que él no cumple. Además, el mensaje del líder debe ser coherente en el tiempo. No puede pensar hoy de una manera y mañana de otra radicalmente distinta: confundiría a su equipo.Esto no implica que no pueda ir evolucionando en sus planteamientos.

Tolerancia y Paciencia. ¿Qué tenemos?

La Tolerancia.

 Es el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.El concepto se origina en el latín tolerare (“soportar”, “sostener”) y hace referencia al grado de aceptación respecto a un elemento contrario a una regla moral, civil o física. La tolerancia es la actitud que una persona tiene respecto a aquello que es diferente de sus valores.La tolerancia supone el respeto mutuo y, en su grado máximo, el entendimiento mutuo, aún cuando no se compartan dichos valores.

La tolerancia es la capacidad de escuchar y aceptar a los demás, comprendiendo el valor de las distintas formas de entender la vida... 

  LÍMITES DE LA TOLERANCIA. 


“la libertad de un individuo termina donde empieza la de otro”. El Estado y la sociedad han de poner ciertos límites a la tolerancia, hacer que ésta se lleve a cabo y condenar cualquier tipo de intolerancia

La tolerancia, es posible de medir en determinados grados que guardan relación con la aceptación que se tenga ante algo, con lo que no se está de acuerdo o que no se adecua al propio sistema de valores.

La importancia de la tolerancia radica, en la posibilidad que nos otorga  convivir en un mismo espacio con personas de diferentes culturas o con diferentes creencias. La tolerancia es la que nos permite vivir en armonía en un mismo país con personas que profesan diferentes religiones, que apoyan otras tendencias políticas, que poseen una condición sexual diferente, etc. La tolerancia no sólo es aplicable a nivel de país, sino que es algo que debemos desarrollar en nuestros hogares con aquellas personas a las que más queremos, como nuestra familia y amigos, así como también, a nivel mundial, donde se intenta convivir en armonía con un sin número de culturas y personas muy diversas.
 
La tolerancia se encuentra en estrecha relación con el respeto, pudiendo así ser capaces de aceptar las diferentes opiniones en torno a un mismo tema, aceptando y respetando las diferencias étnicas, sociales, culturales y religiosas, entre otras, teniendo siempre en cuenta que aquello que estemos respetando no atente contra la integridad y los derechos de las personas, animales y el medio ambiente.

Una de las mayores dificultades en torno al ejercicio de la tolerancia, encontrar el punto en el que ya no hay que tolerar. En otras palabras, se trata de la dificultad de establecer el límite entre lo tolerable y lo intolerable. Tal es la dificultad de esto, que se ha constituido como un verdadero problema de índole filosófico.

LA PACIENCIA


La paciencia no es pasividad ante el sufrimiento, no reaccionar o un simple aguantarse: es fortaleza para aceptar con serenidad el dolor y las pruebas que la vida pone a nuestra disposición para el continuo progreso interno.

A veces las prisas nos impiden disfrutar del presente. La paciencia nos permite ver con claridad el origen de los problemas y la mejor manera de solucionarlos.

La paciencia es un rasgo de personalidad madura , es un valor mas añadido a la persona. Esto hace que las personas que tienen paciencia sepan esperar con calma a que las cosas sucedan.

La persona paciente tiende a desarrollar una sensibilidad que le va a permitir identificar los problemas, contrariedades, alegrías, triunfos y fracasos del día a día y, por medio de ella, afrontar la vida de una manera optimista, tranquila y siempre en busca de armonía. Es necesario tener paciencia con todo el mundo, pero, en primer lugar, con uno mismo. Paciencia también con quienes nos relacionamos más a menudo, sobre todo si, por cualquier motivo, hemos de ayudarles en su formación, en su enfermedad. Hay que contar con los defectos de las personas que tratamos –muchas veces están luchando con empeño por superarlos-, quizá con su mal genio, con faltas de educación, suspicacias... que, sobre todo cuando se repiten con frecuencia. El discernimiento y la reflexión nos ayudará a ser pacientes.

Paciencia con aquellos acontecimientos que llegan y que nos son contrarios: la enfermedad, la pobreza, el excesivo calor o frío... los diversos infortunios que se presentan en un día corriente: el teléfono que no funciona o no deja de comunicar, el excesivo trafico que nos hace llegar tarde a una cita importante, el olvido del material del trabajo, una visita que se presenta en el momento más inoportuno. Son las adversidades, quizá no muy trascendentales, que nos llevarían a reaccionar quizá con falta de paz. En esos pequeños sucesos se ha de poner la paciencia.

Tolerancia y Paciencia, valores que el ser humano debiera cultivar para poder vivir una existencia armoniosa con el resto del mundo pero principalmente, consigo mismo. Si tenemos paciencia y observamos, racionalizamos y entendemos, podremos desarrollar la tolerancia. Así que una va de mano de la otra....sólo debemos cultivarlas como las flores en un jardín, con amor, ternura, agua y luz....mucha mucha luz (sinceridad).























miércoles, 6 de noviembre de 2013

Afrontar una enfermedad incurable

La actitud del paciente ante la vida, el apoyo familiar y social es fundamental para convivir con una enfermedad incurable.La vida de la persona se altera por completo ante la aparición de una enfermedad, más aún si ésta es irreversible o degenerativa, situación que obliga al paciente a cambiar de manera radical su modo de vida. Hay enfermedades para las que la medicina actual no tiene soluciones o cuyos tratamientos no logran los resultados esperados. Por esta razón, recibir la noticia de que se padece una dolencia de este tipo es un duro golpe para quien la sufre y para sus familiares. Sin embargo, se puede convivir con una enfermedad incurable después de superar una serie de etapas que pasan por la negación de la situación, . Son actitudes normales que con el paso del tiempo y la ayuda de los seres queridos suelen desembocar en una última fase de aceptación y adaptación, aunque la tristeza y los episodios depresivos pueden aparecer de manera continuada. Es importante en estos casos, las asociaciones, profesionales que enseñan a afrontar la situación tanto a familiares como al propio paciente.

El afrontamiento a la enfermedad.

Ya sea por la aparición de una dolencia incurable, por un accidente que provoque vivir el resto de la vida en una silla de ruedas… la persona que recibe la noticia de que padece una enfermedad para la que no existe solución pasa por varias fases,

Negación: Pensar que la situación es imposible, que no puede estar pasando. Muchas personas no quieren aceptar el problema y llegan a convencerse de que se trata de un error médico. 

Enfrentamiento: Rebeldía ante la situación. Una vez que los enfermos empiezan a asimilar el diagnóstico médico, es muy común enfadarse con el mundo, con los demás o incluso con uno mismo por tener una enfermedad para la que no existe solución. 

Aceptación y adaptación: Una vez comprendida y asimilada la situación es habitual mostrar síntomas depresivos, como por ejemplo, estar más tristes, irritables, apáticos o ansiosos al pensar en todo lo que se les viene encima. Tras este período de adaptación, deciden qué hacer con el tiempo que les queda y qué actitud adoptar.

En ocasiones, las personas se quedan anclados en algunas de las primeras etapas, no evolucionan y lo afrontan mal, por lo que sufren por partida doble: “por un lado por la enfermedad, y por otro por la no aceptación de una situación real e irrevocable”. Sin embargo, hay personas que afrontan estas situaciones mucho mejor, lo que favorece que tanto ellos como sus familiares o las personas que los rodean acepten de forma óptima la nueva situación y se ayuden entre todos. No cabe duda de que la vida para estas personas es diferente desde el momento en que conocen su enfermedad, ya que hay multitud de actividades que antes podían hacer y que en su nueva situación les resultarán imposibles. Pero, es muy importante que tanto ellos como sus familiares y amigos tengan en cuenta que hay otras muchas que sí pueden hacer y que deben “aprender a valorar otros aspectos de la vida que antes pasaban desapercibidos y que merecen la pena ser tenidos en cuenta”. Muchos de estos enfermos piensan que su nueva vida es un modo de vivir que no quieren, que no les satisface, pero es importante dar al enfermo “un motivo para levantarse cada mañana, una meta que conseguir y una valoración personal de lo que hace día a día”. Para conseguir llegar a esta aceptación, una situación realmente difícil, existen estrategias que pueden ayudar a manejar el proceso de enfermedad, 

Estrategias para manejar la enfermedad,

Vivir el día a día: Disfrutar de lo que se tiene y no sufrir por lo que se pueda perder.
Medir la vida en términos de calidad, no de cantidad: Intentar ver la vida en profundidad, “a lo ancho, lo alto y lo largo, y no solo a lo largo, por los metros recorridos”.
Buscar soluciones: Aunque no pueda elegir las circunstancias que este viviendo, sí puede elegir cómo responder ante ellas.
Cuidarse: Descansar, alimentarse adecuadamente.
Distraerse: Realizar actividades que le apetezca y que no le supongan un gran esfuerzo.
Confiar en el equipo médico: Consultar a los médicos todas las dudas que tenga respecto al proceso de enfermedad y sobre cómo controlar todas las molestias derivadas de la misma.
Evitar que la enfermedad sea el centro de su vida: Se puede seguir trabajando, haciendo actividades que nos gusten y teniendo momentos felices y positivos aunque se padezca una enfermedad grave.

 Hay asociaciones de apoyo que realizan una labor excelente, favoreciendo que enfermos y familiares aprendan a conocer la enfermedad, a aceptarla y a enseñarles cómo sacar el máximo partido a la vida con las limitaciones progresivas a las que pueden verse sometidos los enfermos.


Los cuidadores

Siempre que una enfermedad incurable o degenerativa irrumpe en la vida de una familia, ésta sufre un grave conflicto y la mayoría de sus miembros suelen pasar por fases similares a las vividas por el propio enfermo. En la mayor parte de los casos es algún miembro de la familia quien se encarga de ejercer la tarea de cuidador, que no siempre es fácil. Es normal que los familiares que se ocupan de un enfermo incurable les presten cariño y atención, “que se vuelquen en el paciente”. Sin embargo, no se debe sobreproteger ni quitar independencia al enfermo. El cariño, la atención y la dedicación no tienen por qué estar reñidos con el hecho de poner metas y pedir que las lleven a cabo mientras puedan realizarlas, ya que esta actitud fomenta la autoestima del enfermo, le ayuda a mantenerse activo y a tener una actitud más positiva frente a su enfermedad. No hay que poner límites antes de tiempo y, cuando los haya, “adaptarse a ellos, pero siempre buscando tener metas, actividades sociales, de ocio, de cuidado personal…, de modo que se sigan obteniendo beneficios por luchar”.

En este tipo de dolencias prestar una atención especial al enfermo es una tarea básica, pero tampoco debe descuidarse la atención a las necesidades de los cuidadores, que en muchos casos necesitan tanto o más apoyo que el propio paciente, ya que el cansancio, la dedicación plena a un familiar, observar que la enfermedad sigue su proceso aunque se haga el máximo esfuerzo… pueden terminar afectándoles de manera severa y abocarlos a una depresión. Por lo que se recomienda que estas personas encuentren momentos de desconexión y, en caso de ser necesario, cuenten con apoyo psicológico para ir aceptando y asumiendo los cambios que provocará la enfermedad en sus vidas.

Qué deben hacer los cuidadores,

  • Fijarse objetivos y expectativas realistas.
  • Establecer sus propios límites.
  • Pedir y aceptar ayuda.
  • Cuidar de sí mismos.
  • Implicar en el cuidado del enfermo a otras personas.

Ayuda psicológica

En algunos casos, el enfermo o sus familiares no son capaces de asumir un diagnóstico grave y sienten un importante impacto emocional por la posible pérdida de la salud y del bienestar, al mismo tiempo que pueden sentirse desconcertados y preocupados por el futuro. Aunque hay muchas personas que, a pesar de la dureza de su situación personal, pasan por este proceso de forma natural y no necesitan ningún tipo de ayuda psicológica, hay otras muchas para quienes resulta un proceso muy complicado de manejar, y sí requieren de tratamiento, fundamentalmente psicológico.La diferencia fundamental entre ambas está en la capacidad de aceptación de la persona. La situación es extremadamente dura para todo el mundo, sin embargo, hay personas que se ven capaces de aceptarla y sin darse cuenta se preparan psicológicamente para ello. Por otro lado, otras personas tienen dificultades para elaborar este proceso y se quedan ancladas en algún punto.

En caso de que una persona sea incapaz de afrontar sola el proceso de asumir una grave enfermedad, existe tratamiento psicológico que sirve para acelerar el proceso, para ayudar a entender y aceptar mejor la situación, además de proporcionarles armas para sobrellevarlo, lo que repercute en una mejor calidad de vida. Los expertos aconsejan que el enfermo, o sus familiares, acudan al psicólogo en los siguientes casos:
  • Si se siente desbordado por la angustia, el miedo, la tristeza, la preocupación o cualquier otra emoción.
  • Si comienza a sentir mucho dolor, alteraciones del sueño o falta de apetito.
  • Cuando la propia persona esté convencida de que es lo único que le va a poder ayudar a enfrentarse a la situación.

Cómo ayudar a estos enfermos 

Muchas veces no se sabe cómo actuar con estos pacientes que padecen enfermedades terminales o degenerativas, si sobreprotegiéndolos o intentando que todo siga lo más normal posible... Las siguientes estrategias pueden ayudar a conocer las necesidades del paciente, facilitando la comunicación con el enfermo:

  • Ir con calma, dar tiempo al paciente para que asimile lo que implica la enfermedad que padece.
  • Escuchar y compartir sus sentimientos y emociones. Intentar no interrumpir, a veces sólo necesita dar rienda suelta a sus emociones, no escuchar consejos o soluciones.
  • No suponer cómo pueden encontrarse y preguntarles cómo se les puede ayudar.
  • Respetar y tolerar los silencios. Respetar cuando no quiere hablar y estar disponible cuando desee hacerlo.
  • Permitir el llanto. Facilita el desahogo.
  • Evitar las frases hechas del tipo "ya veras como no es nada", "se positivo", "no puedes continuar así".
  • Intentar permanecer tranquilo ante su irritación y esperar a que se le pase.

Afrontar la muerte propia

Afrontar la muerte es difícil y más aún si se trata de la propia. Cuando el médico comunica que el estado del enfermo es grave o terminal estado se entra en una fase de shock que impide ser conscientes de lo que va a ocurrir. "Luego, piensas que todo es una pesadilla y recurres a otro médico para obtener una opinión contrastada. Si el segundo médico te confirma lo que dijo el primero, llega la certeza y, poco después, la negación, un mecanismo de defensa que nos protege durante el tiempo que necesitamos hacernos a la idea". Un momento, sin duda, crucial, que suele estar marcado por la rabia, la tristeza, la resignación y la aceptación de un destino que no hemos elegido y no podemos cambiar. "Todas las etapas son tristes, pero el enfermo debe hablar de lo que siente, de lo que realmente le importa, y los familiares deben decirle lo que sienten, a modo de despedida, para que ninguno se quede con las ganas de expresar algo que luego ya no podrá decir".

En su libro 'Morir es nada', el escritor Pepe Rodríguez explica que sólo "cuando se adquiere conciencia de la propia muerte como algo más o menos inminente, se acepta como un hecho natural y es entonces cuando cambia la forma de relacionarse con la pareja, parientes y amigos". En ese momento debemos establecer con quienes nos rodean un "nivel de intimidad y cercanía" que nos reporte la fuerza necesaria para afrontar la última etapa y apartar los temores al sufrimiento, que suelen provocar mayor ansiedad y preocupación que la propia muerte.Exteriorizar los sentimientos y liberar la ansiedad permite adaptarse mejor a la situación "La muerte es algo que puede y debe comprenderse y aceptarse, pero esto sólo resulta posible emprenderlo y lograrlo en cada uno de nosotros, en el fuero interno y mediante los propios medios. Si no se acepta previamente la normalidad e incluso necesidad del hecho de la muerte, sin importar la fórmula o convicción adoptada para ello, no podrá actuarse en ninguna dirección razonable que permita poder afrontarla con serenidad y madurez", concluye.


Si te crees perdido...


                        
   “SIN DUDA SI TE CREES PERDIDO, 
             ESTARÁS PERDIDO" 



 "SIEMPRE VENCE EL QUE SIGUE ADELANTE EN EL CAMINO”

Si nos paramos a pensar que es el apego nos daremos cuenta, que

            1.- Se da en todas las especies de este planeta
            2.- Que en las especies no humanas no encierra ningún tipo de peligro
            3.- Que es necesario para la supervivencia.


Entonces como definimos el apego?

Es un sistema de control que se adapta a la consecución de fines determinados generados por las necesidades del momento. Que está enfocado a la supervivencia.
Además se mantiene a lo largo del ciclo evolutivo de los seres y como dice Bowlby, “desde la cuna hasta la tumba”.

            Características distintivas del apego?
La auto-valoración y la valoración de los otros. Podemos decir que estas valoraciones vienen dadas desde la aportación del id-ego-super-ego.

            Definición del ID EGO SUPEREGO.

ID es lo que corresponde al ello, es el inconsciente formado por disposiciones congénitas y normalmente reprimido a lo largo de la vida del individuo. Existen en el ello dos grandes instintos el EROS y el THANATOS.

EGO es la experiencia consciente y pre-consciente. La que se plasma a través de la unión de nuestro conocimiento de la sociedad y el ambiente. Es lo que nos permite adaptarnos por medio de los sentidos, representaciones verbales, la razón moral así como, la distensión.

SUPER EGO son los valores aprendidos y el aprendizaje social. Aquí nos encontramos la conciencia moral, la censura, la represión y la sublimación, los remordimientos y los sentimientos de culpabilidad.


El equilibrio entre estos tres componentes es lo que va a permitir que tengamos una vida sana mental y emocional.
Cuando el ID+EGO interactúan, están guiando nuestros instintos básicos y evaluando si son adecuados en ese momento. No toman en cuenta la moralidad de la conducta.
SUPEREGO es el EGO IDEAL, las reglas de comportamiento apropiado, incluyendo las familiares. Al seguir estas reglas le dan un sentimiento de valor y logro. ES LA CONCIENCIA.
Si tenemos un EGO sano, da igual el choque entre los deseos. Puesto que el principio de realidad esta funcionando adecuadamente, éste se apoya en la experiencia personal y la realidad externa, buscando el equilibrio. Usamos,
            1.- La demora de la gratificación
            2. La búsqueda de alternativas.

Esto es lo que vamos a trabajar en el taller las creencias que no nos permiten encontrar el equilibrio en nuestras vidas.
Partiendo de lo anteriormente expuesto se entiende que hay cuatro tipos de apego:
            1.- Seguro: Tiene una idea positiva de si mismo y de los demás.
            2.-Evitativo-Rechazante: Idea positiva de si mismo y negativa de los demás.
            3.- Preocupado: Idea negativa de si mismo y positiva de los demás.
            4.- Evitativo-Temeroso: Idea negativa de si mismo y de los demás.

Y con ello elaboramos las características de las personas y que es lo que se debe trabajar.
           

           


martes, 5 de noviembre de 2013

La Risa. Nos dopamos??

 
La Risa y sus Beneficios.


La risa atenúa el estrés y el dolor, aumenta las defensas del organismo, lo oxigena mejor, disminuye la producción del colesterol beneficiando al corazón, estimula la producción de endorfinas, sustancia con propiedades analgésicas y euforizantes, hace vibrar todos los órganos internos. .La carcajada sincera, el buen humor, ayudan a las personas a liberarse de actitudes mentales negativas y a quitarle importancia a  los problemas. Reírse desinhibe y ayuda a superar la timidez y mejora las relaciones. Con la risa, el organismo libera hormonas y neurotransmisores que producen muchos beneficios, potencia la creatividad y la imaginación, estimula la lucidez mental, producen buen ánimo. La risa hace que nuestro hemisferio cerebral derecho active nuestra creatividad.La risa es un excelente ejercicio aeróbico, produce una buena ventilación en los pulmones.Distiende los músculos, los nervios y el corazón,  siempre que reímos con todo el cuerpo todo nuestro organismo vibra.

Grandes dosis de risa un par de veces por semana.

Tonifica los músculos del estómago y del abdómen, es como hacer abdominales.
Corazón: distiende los músculos del corazón, previene contra la hipertensión al controlar el estrés, neutraliza la ira y puede evitar infartos.
Regulariza el tránsito intestinal, limpia los bronquios de catarro igual que los ejercicios de natación; y la garganta Mejora la fisiología.
Por las contracciones que produce la risa se normaliza el buen funcionamiento del hígado y del estómago.
La Risa seguida de relajación, combate el insomnio y paulatinamente normaliza el sueño.Hace pasar fácilmente de una emoción negativa a otra saludable. Nos dinamizamos con el movimiento, activamos la química del cuerpo, nos conectamos con el buen humor. Al reír se produce una sobre oxigenación celular que elimina el aspecto cansado y las ojeras. Cuando se ríe entra el doble de aire en los pulmones, de ahí que la piel se oxigene más; en concreto, los pulmones mueven 12 litros de aire en vez de los 6 habituales, lo que mejora la respiración y aumenta la oxigenación.  La risa  tonifica el rostro; es más... reír resulta un método muy efectivo para retardar el envejecimiento de la piel del rostro, ya que al reír movemos una veintena de músculos de la cara.Actúa como un masaje: La columna vertebral y sobre todo las cervicales que es donde por lo general se acumulan tensiones, se estiran al reírnos. Además se estimula el bazo y se eliminan las toxinas.Reír nos limpia pues, al hacerlo, se lubrican y limpian los ojos con lágrimas. La carcajada hace vibrar la cabeza y se despejan la nariz y el oído.
Beneficia el aparato digestivo, pues con este movimiento el diafragma origina un masaje interno que facilita la digestión y ayuda a eliminar los ácidos grasos y contribuye a eliminar toxinas de forma que favorece la pérdida de peso.
La risa es una de las terapias más eficaces contra las depresiones causadas por un tumor y, en los enfermos de cáncer, no solo alivia los dolores sino que eleva también sus posibilidades de supervivencia. Al fortalecer el sistema inmunológico, la risa tiene un efecto indirecto sobre todas las células y humores del cuerpo (sangre, mucosa y otras) y, además, fortalece el sistema neurovegetativo, responsable de la coordinación de las funciones más vitales del organismo.Se ha comprobado también, que al reír, disminuye la contracción muscular y, como consecuencia, se consigue reducir la tensión corporal.

Socialmente.

La sonrisa además es una señal social de gran valor. Si se hace con sinceridad, como muestra de agradecimiento  en las relaciones personales, se desencadenará una cadena de actitudes positivas. 

Los Enemigos Principales de la Risa.


  • Condicionamientos sociales

La risa no está bien vista en determinadas ocasiones, se diría incluso que las personas que suelen reír mucho o de forma espontánea sobretodo en el ámbito laboral, a menudo son tildadas de irresponsables y poco maduras, en el mejor de los casos y hasta a veces se les acusa de ser un poco bobas. No se las acostumbra a tomar en serio cuando hablan ni se suele tener muy en cuenta su opinión a la hora de tomar decisiones….. “Este/a se lo toma todo a risa”.

Si bien es cierto que no tiene nada que ver ser alegre y risueño con querer ser siempre el “gracioso” del grupo. A menudo las personas que son siempre el alma de la fiesta, el cuentachistes o el ocurrente, viven grandes problemas en su interior y reírse de todo y de todos, es su forma de evitar enfrentarse con ellos mismos, simplemente se ponen la máscara de la alegría, tras la cual se sienten menos vulnerables.
Es por eso que siempre que hablamos de la ”risa interior” nos referimos a esa carcajada que nace desde un sentimiento de bienestar y paz.

  • Miedo a ser juzgado u observado.
La timidez, la vergüenza es algo que hemos adquirido desde nuestra más tierna infancia y constituyen grandiosos enemigos de la risa franca. Al sentirnos observados nos invade el miedo al ¿qué pensaran de mi? y este sentimiento simplemente ahoga nuestra risa porque surge de la mente analítica y “esta”, es otro gran enemigo de la risa espontánea y sincera. Para conseguir reír terapéuticamente es necesario alcanzar un estado de “no mente”. Esto ocurre cuando nuestro organismo está relajado y sereno.

Nuestro Ejercicio diario.

Si tomamos la risa y el sentido del humor como un ejercicio diario podemos llegar a cambiar ciertas dinámicas de pensamiento que tenemos instauradas y que comportan ciertas reacciones y actitudes que, nos alejan de la paz y el bienestar.
Aprender a ver el lado positivo de las situaciones de nuestra vida, reír cada día unos minutos ante un espejo (aunque al principio debamos fingir nuestra risa porque no nos surja espontánea), hacer el esfuerzo de sonreír más...son cosas que podemos aprender asistiendo a grupos de dinámica de la risa y que pueden producir importantes cambios en nuestra vida y en todas nuestras relaciones.
Reír es físicamente beneficioso, pero para cultivar la salud emocional es también importante desarrollar el sentido del humor.
El buen humor es una sana habilidad emocional, consistente en mantener un estado mental positivo en casi todas las circunstancias. No siempre se manifiesta en carcajadas, pero es
una gran muestra de inteligencia y de empatía con las personas que te rodean: en vez de sentir vergüenza, angustia, miedo, culpa o cualquier otra emoción negativa... te distancias y sonríes por dentro.
Además, el humor es un gran rompehielos. Afrontar con sentido del humor las situaciones que normalmente te producen tensión, es una buena forma de romper con los hábitos emocionales negativos. El humor, la risa y la sonrisa tienen innumerables beneficios psicológicos, nos ayudan a superar los problemas que se nos presentan de la mejor manera posible.
· El humor es el camino más directo para conectarse con uno mismo y mejorar la relación con los demás.
· Ante una situación que provoca emociones negativas, lo mejor es apelar al humor como herramienta para solucionar y superar el problema.
Se suele decir que la risa es el aerobic del alma debido a que, cuando nos reímos de verdad y a carcajadas, ejercitamos todos los sistemas de nuestro cuerpo.